viernes, 21 de agosto de 2009

Esas Historias de Amor

Cuando el vino cruza el paladar se transforma de néctar de uva y delirio de poeta en una especie de asesino asueldo, atraviesa la garganta y se dispersa entre las venas en busca del Corazón, con el fin de matarlo, pero una muerte cargada de una rara alegría de morir

Dos amigos, dos vasos y una botella del asesino morado a la espera de fluir por el umbral de su presa, y de repente llega, y sin mediar palabras lo envenena de su alegría, el veneno hace efecto inmediato, el corazón empieza a hablar entre desvaríos.

Cuando llega la ultima copa ya el corazón no se contiene y suelta lo mejor, esas historias de amor que mantienen la tierra girando alrededor del sol, sale una historia de la boca de uno de mi amigo envenenado, la historia de esa chica que cambio de repente y lo abandono sin dejar mas que dudas, el corazón se aprieta pero pide mas veneno, esta vez para tranquilizarse.

Llega el turno temido, trato de controlar a mi embriagado y latiente corazón, pero toma la palabra y no se controla, sale esa historia que lo mantiene ocupado, se reviven los recuerdos tan lucidos que creo que puedo oler el mar y los besos que describo y el sonido de las olas y su boca en mi mejilla y mis manos en su pelo, lo puedo sentir ahora.

Salen las dudas a flote, como será el momento cuando la vuelva a ver? se completara esa historia de amor?, ella siente lo mismo o solo yo creo que esta historia existe?, me esperara?... pero suenan las copas, y la felicidad del vino vuelve, nos queda la lengua morada, un leve mareo y esas historias de amor, que si terminan mal, al menos sirven para contarla a los amigos cuando nos envenena el vino.

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